EL JUEGO

Bienvenido lector, a El Juego de las Mil Historias:
Siempre me ha encantado escribir pero nunca he podido acabar ningun proyecto, por lo tanto, te propongo que leas algunas de mis redacciones y me ayudes a encontrar un final para ellas.
El juego consiste en enviarme un mensaje hablandome de la historia que más te gusta y diciendome que querrias que pasara acontinuación.
La historia se publicara con su título y el número de la entrada en carácteres romanos.
Ej. Dos de Oros (I)
Ej. Dos de Oros (II)
A la derecha esta el archivo con todos los artículos publicados.
A la izquierda las encuestas sobre las historias.
Para cualquier duda preguntar por:
· Twitter de la autora : Marvlc_97
· Tuenti del blog: Mar Juanchuzri (chat, privado o comentario)
· Correo electrónico del blog: mssculpeper@hotmail.com

P.D: Disfruta el blog al máximo.
P.D (2): Comparte tu imaginación conmigo

Fdo.
MAR CULPEPER

martes, 25 de diciembre de 2012

EQUIPO DE PALABRAS FIELES



- You've cast a spell on me, spell on me
You hit me like the sky fell on my, fell on me
And I've decided you look well on me, well on me
So let's go somewhere no one else can see, you and me
El volumen de la música estaba puesto al máximo. No hacía falta ponerse los auriculares para oírla. Las calles vacías, iluminadas por las farolas, y la fría nieve adornando las fachadas de los edificios daban ese toque navideño a la gran ciudad.
Estaba en el ático, tranquila y congelándome las manos. Los pantalones entallados negros hacían bien su función de calentarme del frio. La camiseta básica blanca era solo una excusa para llevar encima una camisa vaquera sir abrochar, arremangada hasta el codo. El tacón del botín derecho negro, se movía al rito de la canción. La bufanda y el gorro granate eran el gran ejemplo de moda obtenido en las compras navideñas. Y El bolso marrón, descansaba encima de la nieve.
Me llamo Laura y tengo veinte años. Soy de Madrid aunque en ese momento estaba pasando unas vacaciones en Paris. Soy rubia y mi melena me llega casi hasta el ombligo, me encanta el maquillaje, de hecho soy la maquilladora en una empresa de modelos. Mi color preferido es el amarillo, me encantan los macarrones con queso y los espaguetis a la carbonara. Mi medio de transporte es el monopatín, pero de aquí a poco me sacaré el carné de moto. Mi expediente es de notas altas, pero en su momento repetí curso. Voy a estudiar en la universidad de Salamanca. Mi padre me tiene muy mimada, es el dueño de la Torre, el mayor hotel de Europa, y su empresa de hoteles esta repartida por todo el mundo. Y para que eso perdure yo aguanto a la hija de su socio: Rebeca. O como yo la llamo Foxwomen (La Zorra) Es un ser tan guarro y desagradable de ver…
Hoy estaba en el bar, tomándome un café. El camarero es un tío que esta potable, y hablando y hablando se ha empanado y le ha caído todo una limonada encima. Le he reído la gracia. Bueno realmente, me he burlado en su cara pero ¿Y qué? ¿Se pensaba que íbamos a ligar o algo? El caso es que la bruja de la zorra me ha visto y se ha pensado que aquí fluía amor. Error brujita. ¿Queréis saber que ha hecho la zorrona? Tirárselo. Meda asco solo de pensarlo, con lo choni y repugnante que es ella…
Creo que se me ha olvidado añadir que nunca he tenido novio. En mi vida me he dado un beso con un chico, y escuchad todos, estoy megahipersuperorgullosa. Los tíos dan asco.
Bueno esto es más o menos como soy yo y en que se basa mi vida. Ahora es tu momento. ¿Continúas leyendo o cierras la página? Haz lo que te rote, pero si no te ha gustado el principio, te gustará menos el final. Bueno… 3…2…1…
Estas leyendo, lo sé. Te arriesgas a contagiarte de la fiebre de Laura, esto es una advertencia. Te abro camino a mi diario, o como yo decidí llamarlo, bienvenido al Equipo de Palabras Fieles.
-Hey Rubia – gritó una voz de pito desde la escalera.- ¿Bajas con nosotros al pub?
-Buenas puta – me giré, a recibirla – madre mía, ¿qué te has hecho en el pelo? Pareces una bruja
-Anda y que te follen rubia.
Me reí y observe como el monstruo que venía acompañado de Mr.Camarero abandonaba el ático. Menudas malas vistas. Hoy la zorra había decidido ponerse unos pitillos blancos que realzaban esos michelines tan asquerosos. Llevaba una camiseta de leopardo enseñando un pecho relativamente operando y llevaba su chaqueta de Adidas negra con el cuello levantado. Su maquillaje era una ofensa para el mundo de la moda. Era como si se hubiera revolcado la cara en colacao y le hubieran pegado en los dos ojos. Además los labios eran como dos morcillas rojas de silicona. El pelo… que se yo lo que era el pelo. Un pañuelo puesto en forma de lazo y un moño como si acabara de levantarse… yo que sé colega…. Era un delito.
Cogí el bolso y me dispuse a irme ya a dormir. Si es verdad eso de que sueñas con lo último que has visto, menudas pesadillas me esperaban. 
Baje las escaleras a toda prisa, que frio señor. Paseé por los pasillos y llegué a los ascensores. Esperé, esperé, esperé… La puerta se abrió y entré. Estaba sola en el ascensor e inevitablemente empecé a tararear una canción del iPod. Cinco pisos antes de llegar al mío el ascensor hizo una parada. La puerta se abrió lentamente, y me encontré de frente a un chico alto y guapo que miraba su móvil muy concentrado.
-Salut – dijo en francés, y entró sin mirarme si quiera.- A quel étage êtes-vous?
Llevaba unos vaqueros negros y una camiseta ajustada negra. También llevaba una sudadera con la cremallera abierta gris y sobre ella una preciosa cazadora motera de color negro. Las zapatillas eran unas Adidas grandes y negras. No iba nada mal, de hecho, estaba increíble. Daba gusto ver a un chico así. Alzó su mano y se echó el pelo hacia atrás. Por primera vez levantó la vista des móvil y me miró. Abrió la boca poco a poco y poniendo cara de sorprendido, sonrió.
-Vous etês très belle
-Lo siento, no se hablar francés – respondí.
-¿Eres Española? - me preguntó de pronto – yo también, soy de Madrid.
-Igual que yo – respondí con una sonrisa de oreja a oreja – discúlpame, ¿A qué piso vas?
-Al 20 por favor – y apreté a su número.
-¿Me persigues? Yo también voy al 20 – mentira cochina- ¿qué habitación eres?
-Las 3.567 ¿Tu?
-Emms… yo es que soy la hija del propietario y mi habitación está en el piso 40. – le expliqué.
-¿Para qué quieres ir al 20 entonces?
-Es que mi… la hija del socio de mi padre está por ahí liándose con todo el personal y me han mandado a mí a pararle los pies – inventé, de todos modos no es mucha mentira.
-Vaya... qué lástima te quería invitar a una copa en el pub… - contestó – pero en fin, otra vez será.
-¿Qué? No, no para nada. Vamos y ahora mismo, a mí la cría esta no me amarga más el día – sonreí intentando parecer simpática.
El chico río conmigo. Él lo sabía, sabía que me gustaba, y yo sabía que le gustaba a él. Me miró a los ojos, con esa sonrisa aun en la cara, a saber que estaría pensando, pero estaba guapísimo eso sin duda. Que corte me estaba dando… ¡¡Hay por dios que deje de mirarme ya!!
-Y esto… ¿Te llamas…? – pregunté.
-Jaime – sonrió - ¿Tu eres…?
Tu futura novia.
-Ems… Laura. Lau mejor.

sábado, 22 de diciembre de 2012

EL EJERCITO DE SUSANA 'LA INVISIBLE' (IV)



Anochecía, y la reina Susana aún no había salido del templo embrujado. Cuando sus hombres ya casi habían perdido la esperanza, por las escaleras empezó a descender una mujer alta y esbelta con los ojos atemorizados, y un rostro de cristal. Tras ella, le seguía alguien rodeado con una capa negra y una capucha que lo hacía invisible. Entro en el mismo carruaje que la futura reina, y cuando ella fue a dar un paso adelante, se detuvo a pensar. Miró en ambas direcciones, hasta observar al chico más joven del grupo. Alto, rubio y orgulloso, aunque un poco indeciso.
-¿Cuál es tu nombre soldado?- exigió saber la reina.
-Brie señora. – intentó hacer una reverencia, muy poco ensayada.
-¿Sabes dónde está el Castillo de los Dioses?
-Si, por supuesto majestad – asintió.
-Bien, ¿puedes llevarnos desde aquí?
-Puedo intentarlo señora – respondió con voz temblorosa.
-Obedece a tu reina, pues.
De pronto, como si las tierras se hubiesen revuelto y los truenos tuvieran voz, se escuchó decir desde la ultratumba:
-¿Un ángel majestad? ¿Me condenareis a trabajar con mi mayor enemigo?
La reina, tragó saliva y se giró hacia la puerta del carro. Abrió la boca, pero se le secaron las palabras. Cerró los puños y aguanto las lágrimas, y haciendo un esfuerzo mortal dijo:
-Lord Adeleid, vos pusisteis vuestras consecuencias y yo pondré las mías.
Es joven soldado, que no sabía quién era el misterioso hombre encapuchado, recibió ese nombre, Adeleid, como un jarro de agua fría. Estuvo a punto de orinarse en los pantalones, pues estaba cien por cien seguro de que Lord Adeleid era un diablo. Caminó despacio retirándose de esa escena, y entonces ella, puso sus frías manos sobré las suyas, y un débil ‘’espera…’’ resbaló de su boca, con su suplicante mirada de temor empapada de lágrimas.
-Yo… quisiera estar con vos, conduciendo en carro… si no es molestia por su puesto – dijo Susana.
-Mi reina, claro que podéis… pero permitidme sugeriros que llevéis la capa, no conviene que nadie sepa que andamos a estas horas con una mujer de tan noble linaje – Brian intentó sonar lo más elegante posible.
No salió exactamente como pensaba, pero por lo menos ella sonrió.
-¿Estáis segura de que no queréis hacerme compañía?- preguntó Adeleid tras una oscura sonrisa.
-Descansad, Lord Adeleid, en pocos días recibiréis a vuestro compañero… - se dedicó a recordarle la reina.

Tras dos semanas de intenso viaje atravesando pueblos y rodeando montañas, llegaron al templo de los Dioses, donde un hombre sentado en el aire negó la entrada a la reina y a Brian, que se había ganado todo el afecto de Susana.
-Caballero, exigimos la entrada para poder hablar con el ángel Fereim ahora mismo – se impuso Brian.
-He dicho que no, jóvenes, no se puede molestar a un ángel por ambición – renegó el hombre.
-Caballero, soy la futura reina Susana de Koreti-sheid, el lugar ahora custodiado por una bruja de grandes poderes, necesito hablar con el ángel…
-NO, NO Y NO – le gritó el hombre.
-¿Pero cómo se atreve…? – murmuró Brian.
Susana, alzo una mano a modo de silencio, sin quitarle un ojo al monje ese, y ordeno.
-Brian, llama a Lord Adeleid, seguro que le hace cambiar de opinión, a este amable hombre.
Brian esbozó una sonrisa picarona, y se retiró sin dar la espalda a su reina, desapareciendo rumbo a las carrozas. Susana, espero pacientemente, sonriendo sin sentimientos y por fin, se adentró en el templo de los dioses una figura encorvada, envuelta en una capa verde oscura de terciopelo. Cruzó el umbral de la puerta y el monje le detuvo.
Lord Adeleid se lo quitó de encima con un empujón, y se quitó la capa, mostrando su piel fina como el hielo.
-¡FEREIM EL GRAN ÁNGEL! SAL A RECIBIRME VIEJO AMIGO – gritó con su toque irónico.
El viento recorrió los pasillos del templo, y una luz les recibió con forma de hombre. Un aspecto suave y sabio. Mas una gran expresión de odio y enfado cubría su rostro.
-Lord Adeleid, ángel caído, ¿Cómo osáis atreveros a invadir mi templo?- rugió con una voz suave
-Fereim, ¿cómo osáis vos llamarme ángel caído cuando estamos a la misma altura? – Contraatacó con su irónica sonrisa- pero no me he molestado en venir para discutir, esta dama que yace a mi lado es La Infanta Susana de Koreti-shield
-He oído hablar de su reino, es como tu hogar Adeleid, un infierno – interrumpió el ángel – esta reinado por una bruja ¿Me equivoco? Ese reino debería desaparecer…
-Pido un respeto por mi reino y la gente que yace en él – habló Susana, con coraje- Os hacéis llamar ángel y queréis destruir a gente inocente que no tienen  la culpa de ser reinados por esa bruja.
El ángel, la observó de arriba abajo admirando su valor y despreciándola por su orgullo.
-Fereim, esta joven es la verdadera heredera del reino, ella forma parte de la profecía del ejército invisible. Es la hija de una bruja.
Fereim, prestó atención a las palabras de Adeleid.
-¿Cuál es tu don pequeña?
-Soy una Creadora. A través de mi imaginación, y con un poco de astucia, valor y voluntad puedo crear un guerrero de la nada.

sábado, 15 de diciembre de 2012

PAWL CHEESTERVIL (IX)



La directora Aura, sonrió energéticamente, recogió su túnica negra, y se sentó en el sillón dorado, al centro de la sala.
-Bienvenidos un año más a Pawl Cheestervil, el internado de magia y hechicería – repitió- esta es solo una de las varias charlas que mantendremos este año. Sois un grupo especial, puesto que sois diferentes al resto de alumnos. En un principio, se creó este apartado en la escuela, para ayudaros a practicar vuestros dones con el máximo control, pero hay algo más.
Aura calló, y en el resto de la sala comenzó a oírse un murmullo descontento. Estaba claro que nos estaban escondiendo algo y era necesario saber qué. El mayor de los alumnos, Marcos, levantó la mano derecha y esperó a que la directora le diera el turno.
-No sea impaciente, señor Rodríguez- le rechazó la mujer- todo a su debido tiempo. He de avisarles de lo que les voy a contar es altamente confidencial. Por lo tanto se ha realizado un conjuro al entrar en este cuarto que impide a vuestro cerebro el poder difundir la noticia, en otra parte que no sea esta sala. Es decir, vuestra voz, vuestros movimientos etc serán nulos cuando queráis hablar de este tema fuera de mi despacho.
Marcos, no dejaba de levantar la mano, y a él se le unió Sergio. Aun así Aura no les dejo hablar y les respondió:
-Lección número uno, escucha y observa tu alrededor.
Los chicos bajaron las manos y Marcos, con cara de estar acostumbrado a tener la razón, suspiró.
-El internado, esconde una cámara secreta, y la leyenda cuenta que el fundador de la escuela, enterró en esa cámara un libro. El libro de 2.000 páginas exactas, tenía una portada con las palabras Poder, Traición y Ambición, escritas con tinta de oro. Ese libro es el más grave error que ha cometido el mundo mágico, y fue enterrado ahí con el fin de que no cayera en manos equivocadas. Un siglo después, un oráculo dictó una profecía sobre este colegio. La profecía ocupa una hoja y os nombra a cada uno de vosotros para hallar el libro y destruirlo.
Pausó y cerró los ojos. Respiró tranquilamente y los volvió a abrir observando diez manos levantadas. Dio el turno a Marcos.
-El internado ha sufrido tres atentados de magos oscuros. ¿Era eso lo que buscaban?
La directora asintió lentamente, y Marcos sacó una libreta para tomar notas. El resto nos miramos alarmados. En especial Celia y yo. Primer día de clase: Magia, un licántropo casi me mata, casi mato yo a otro y ahora soy parte de una profecía. Bien, entretenido, más de lo habitual. Aura dio el turno a Sergio.
-Así que intuyo que los magos averiguaron algo ¿no?
La directora volvió a asentir. Y miró al resto del aula. Nadie tenía la intención de bajar las manos. Pobre mujer, aguantar a un grupo de raritos ella sola. Hay que ser valiente. Dio el turno de palabra a Paula.
-Señora, ¿el oráculo mencionó nuestros nombres? ¿Dijo exactamente que Paula, el hada del invierno sería una futura guardiana?
-Por supuesto que no Paula. Estas cosas no funcionan así.
Todo el mundo empezó a hablar formando un pequeño murmullo que a su tiempo iba aumentando. ¿Dónde queríamos ir a parar y que estaba pasando aquí? Cristina y su hermano observaban y escuchaban pacientemente, aunque su cara delataba ese desagrado que sentían al haber sido engañados. Celia, se había puesto a comentar el tema con Sergio y Clara, que hablaban y hablaban sin parar. Marcos, Paula y Carlos lo discutían a voces, y yo, mientras tanto, seguía con la mano levantada. Esperando mí turno, cada vez más aburrida. Aunque no quería saber nada de este tema y quería ser una chica normal, mi lado más salvaje y poderoso estaba invadido por una atracción y una curiosidad que me provocaba un nerviosismo incontrolable. La directora, pidió silencio, y poco a poco las voces fueron enmudeciendo. Me miró concediéndome la palabra.
-¿Puedo oír la profecía?
-Claro que sí, Julia.
Aura, abrió las manos, como si quisiera presentar algo. Sonrió levemente y chocó las manos. Un polvo dorado surgió de la nada y se fue agrupando poco a poco, dando lugar a un documento escrito en un pergamino con tinta negra.
-¿Quieres hacer los honores Julia?
Me levanté de mi silla, y me acerqué al pergamino. Lo cogí con sumo cuidado, y empecé a leerlo con voz alta y clara.
-Lo que una vez fue mal escrito, narra el futuro de una era.
Un futuro oscuro y sombrío, que fue escondido en la cámara de los secretos.
Aquel que domine el libro, dominará su poder
Y si cae en las manos equivocadas, el mundo caerá con él.
Diez guardianes elegidos custodiaran la cámara de los secretos
El halcón que todo lo ve preverá al enemigo
El invierno congelará sus movimientos
Dos bosques protegerán la entrada de la cámara
Y dos mares inundaran el lugar
Y por último los tres lobos defenderán el libro.
Los diez guardianes están programados
Si falla uno, fallan todos
Diez guardianes se emparejan, están unidos por más que el deber.
Cinco parejas luchan, el amor protege la cámara.
Respiré hondo y deje de leer. Estaba claro que éramos nosotros pero ¿qué era eso de las cinco parejas? ¿Estaba destinada a enamorarme de uno de los cinco chicos?
-Señora, no lo entiendo – preguntó Cristina – ¿Que es eso de las cinco parejas?
-La profecía indica que os enamorareis entre vosotros y seréis una familia. Yo solo os pido que luchéis por proteger el libro, el resto de cosas que ocurren, sucederán a su debido tiempo.
-¿Está diciendo que me enamoraré de alguno de estos chicos? – Preguntó Celia – siento discrepar.
-Nunca digas de esta agua no beberé – le interrumpió Juan.
Celia le hizo enmudecer en una sola mirada de amenaza, y por ultimo dijo.
-Está bien, me gusta la aventura.
-Si, la verdad es que suena… entretenido – rio Sergio
-Si hay algo bueno que puedo hacer, adelante entonces – respondió Carlos
Poco a poco se unieron todos, y al final, bueno, pues ahí estábamos los diez guardianes. Y en fin, esto es todo.
Salimos y ya era casi de día. Teníamos sueño y nos permitieron tener todo el día libre para descansar. Teníamos pensado reunirnos los guardianes a las siete y media en la biblioteca. Hasta entonces, buenas noches a todos. Fui a la habitación me puse el pijama y cerré las cortinas. Dios mío cuanto sueño tenía. Celia se tumbó y enseguida se quedó durmiendo. Yo tarde cinco minutos, en los cuales reflexioné. A mí la verdad, más que el rollo de proteger el libro, tenía un auténtico interés en saber cuál sería mi pareja, por lo tanto mientras buscábamos la cámara y estaría buscando al ‘amor de mi vida’
A las seis de la tarde me desperté. Aun  que daban dos horas para la reunión y Celia seguía durmiendo. Me puse unos vaqueros y un suéter calentito y me dirigí a la cocina. Teníamos una mesa especial, porque no dábamos clase, y en ella estaban Marcos y Clara. Me acerqué y me senté al lado de clara.
-Hola – sonreí.
-Hola Julia – me saludó Marcos - ¿Has visto que somos VIP?
Clara se rio.
-Ya ves eh – siguió hablando- Mesa especial para nosotros, que nivel.
-Chicos…- interrumpí- ¿puedo contaros un secretito así discretamente…?
-Somos todo oídos July – contestó Marcos. Adoro que me llamen July, me hace sentir cómoda.
-Bueno, es solamente, que me da un poco de miedo eso de las cinco parejas…
-Tranquila July, yo estoy exactamente igual que tu – me respondió Clara – Creo que podríamos hacer algo al respecto.
-No puedes evitarlo, es una profecía – le contradijo Marcos
-No me refiero a eso. Pienso que podemos conocernos mejor, para que no sea todo tan complicado ¿no?
-Es una buena idea…
Y seguimos hablando un buen rato. Mientras yo me comía mis deliciosos macarrones con tomate y queso derretido. Solo había un fallo, y tenía el nombre de Javi.